La tradición se basa en una leyenda. Aquí tenéis un breve resumen:
Hace muchos años un dragón feroz aterrorizaba los alrededores de Montblanc. Devoró a los animales hasta tal punto que amenazaba la integridad de los habitantes. Para evitar el ataque de la bestia se decidió entregarle cada día un vecino. Se realizó un sorteo entre la población, incluida la familia real, y la suerte quiso que la persona escogida fuera la hija del rey, la princesa. Cuando se disponía a ser engullida por el dragón apareció un caballero y la salvó hiriendo de muerte al dragón. Era San Jordi. En el lugar donde el dragón derramó su sangre nació un rosal de rosas rojas.
Desde entonces se mantiene la tradición catalana en la que los hombres regalan una rosa a su amada. Aunque ese día se venden rosas de todos los colores, la tradición dice que la rosa debe ser rosa e ir acompañada de una espiga.
Por eso, es típico que durante este día los enamorados reciban algún regalo de su pareja. Como he dicho antes, el hombre regala a la mujer una rosa roja, que simboliza el amor que sienten, y la mujer le regala a él un libro.
Además, en las escuelas es característico en esas fechas que se represente la leyenda con: una princesa, un dragón, un caballero y la gente del pueblo. Recuerdo que en mi colegio disfrutaba mucho de este día representando la obra, haciendo rosas de papel y escribiendo un cuento.
En Barcelona es un gran acontecimiento social y cultural y por eso las calles se llenan de puestos donde venden libros y rosas. Así se ven las calles ese día:
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