jueves, 10 de diciembre de 2015

Olivia Pope, en la Casa Blanca

Comentario del artículo de Mariángel Alcázar publicado en La Vanguardia (9-12-15): 

La realidad, dicen, supera la ficción y en este caso, ficción y realidad se fundieron en la fiesta que el pasado 6 de diciembre se ofreció en la Casa Blanca en honor a los últimos galardonados del premio Kennedy. La actriz Kerry Washington fue la invitada más notable de la recepción que Barack y Michelle Obama ofrecieron en su residencia tras la entrega de premios. 

Kerry Washington nació en el barrio del Bronx (Nueva York) en 1977. Licenciada en Sociología y Antropología, empezó a representar pequeños papeles como actriz hasta que se dio a conocer mundialmente en 2012 cuando la poderosa guionista y productora Shonda Rhimes (creadora de series como Anatomía de Grey) la eligió para protagonizar Scandal, primera serie de televisión en la que el papel principal lo tiene una mujer negra. En ella, da vida a Olivia Pope, una hábil asesora política que, además, es la amante del presidente de Estados Unidos, Fitzgerald Grant. 

La presencia de la actriz en la Casa Blanca, más allá de la transposición con su personaje de ficción, no es extraña, ya que Kerry mantiene una buena relación con el matrimonio Obama y ha colaborado en campañas de ambos, por ejemplo, en la campaña política de Barack Obama y en la campaña contra la violencia de género de Michelle. 

Scandal revolucionó Estados Unidos  por su forma de tratar los entresijos de la Casa Blanca, no tanto por la relación entre Olivia y el presidente Grant, sino por las tramas de espionaje, traiciones y asesinatos que encajan perfectamente en el argumento y lo hacen hasta creíble. Olivia empieza formando parte del equipo de campaña del presidente Grant y como jefa de prensa de la Casa Blanca, pero acaba montando una agencia de control de crisis junto a lo que ella llama "sus gladiadores", con los que resuelve cualquier problema de políticos, famosos, etc., sacando siempre a la luz la verdad de la situación.

La serie ya consta de cinco temporadas y es que, al ser tan innovadora y diferente de lo que estamos acostumbrados de ver en televisión, gusta mucho a los espectadores. Es un tipo de serie que puede aburrir o encantar, pero a nadie le deja indiferente. Yo personalmente la recomiendo porque es una muy buena serie para entretenerse y además, cuando empiezas a seguir la trama no puedes dejar de verla. 

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