Voy a comentar un artículo sobre el campeonato de España de Invierno de Natación, celebrado el fin de semana pasado (26-29 de noviembre), en Gijón. Trata del retorno vencedor de Mireia Belmonte.
Tras seis meses de descanso debido a las lesiones en sus hombros, Mireia ha vuelto como se fue: a lo grande. Nadó once pruebas y ganó siete oros. Su peor actuación fue una cuarta plaza en el relevo 4x50 metros libre.
Después de tan solo un mes de entrenamiento en el centro de alto rendimiento de Sierra Nevada, Mireia se quedó lejos de sus mejores marcas, pero ofreció buenas sensaciones y algunos detalles que apuntan un prometedor futuro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, el próximo verano.
La nadadora reconoció que sigue con molestias, aunque no le impiden competir, y afirma que el descanso le ha servido para ganar fuerza y volver con confianza. Tendrá un apoyo continuo de los fisioterapeutas, como ha tenido en Gijón, y dejó claro que se van a centrar en los Juegos Olímpicos, ni en el Europeo ni en el Open.
El continuo sacrificio de la nadadora debería hacer que la sociedad se diera cuenta de los grandes deportistas que tenemos en nuestro país y no enfocar toda la importancia del deporte español al fútbol.
Deportistas como Rafael Nadal, Fernando Alonso y Mireia Belmonte han demostrado el potencial del deporte español y merecen un buen trato y reconocimiento de su valía por parte de nosotros, la sociedad.
Estoy segura de que Mireia volverá a dejar impresionados a los seguidores de la natación, de todo el mundo, en los Juegos Olímpicos y demostrará el buen nivel del deporte español, cosa que debemos valorar.
(Ramón Álvarez, La Vanguardia, 30-11-2015; Barcelona).
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